ENFRENTANDO A LOS ENEMIGOS
Estos enemigos acérrimos no duermen, siempre están acechando
para hacer daño, por lo que tenemos que estar despiertos y firmes en la fe en
Jesucristo, estos enemigos su fin es destruirnos, están dentro y fuera de ti,
no les tengas temor, no huyas, es necesario que los enfrentes y destruyas.
¿CONTRA QUE ESTAS GUERREANDO?
Los médicos aconsejan que para combatir contra
las enfermedad es necesario guerrear contra la mala alimentación, contra toda
bacteria, virus, e infecciones. Tener una dieta balanceada, no auto medicarse,
tener actividad física (Ejercicios, caminatas). Muchas veces nos enfermamos por
ingerir alimentos y sustancias que no son de beneficio (Comida chatarra,
alcohol, cigarrillos, drogas, etc.). Si quieres ser saludable comienza a
guerrear con tu propio yo, así vas a combatir y destruir toda enfermedad.
Nuestro cuerpo no nos pertenece, somos templo de Dios.
1ª. Corintios 3:16 “¿No
sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”.
--- Somos templo del espíritu santo debido al sacrificio de Jesucristo, Y por
ese sacrificio Dios nos dio un nuevo nombre, ser llamados hijo/a de Dios, por
eso mismo ese templo hay que cuidarlo y guardarlo bien; Porque es propiedad de
Dios.
A veces tenemos que luchar contra nuestra alma.
Donde están alojadas la desilusión, el desánimo, la persecución, la soledad, la
tristeza, la desesperación, la ira, la calumnia, la traición, la depresión, el
deseo de morir, el odio, rencor, falta de perdón, la amargura… Es contra todas
estas emociones negativas y dañinas que tenemos que guerrear y eliminarlas
porque ellas contaminan y nos estancan de los propósitos de Dios. En medio de
ese caos y esa guerra, necesitamos la confesión a Dios, porque estos son
pecados que están internos en nuestro yo, solo Dios y el enemigo de nuestra
alma (Satanás) los conoce y esos abren puertas de maldición y propiedad para que
nos ataque. Como hijos/as de Dios, sabemos que tenemos que seguir adelante con
el Espíritu Santo que es nuestra guía y ayuda, para combatirlas, destruirlas y
darnos la victoria.
Elías profeta de Dios, era un hombre con los
mismos deseos y pasiones que todos tenemos.
1º.Reyes 19:3-4 “Viendo,
pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba,
que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día
de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo:
Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres”. ---
No se justifica la oración de Elías
pidiendo muerte. Es un asunto que debemos dejar a Dios. Ni podemos destruir
nuestras vidas ni pedir a Dios que lo haga. Sabemos que este mundo esta lleno
de odio, violencia, maldad y todo tipo de pecado. Cuando Jesús fue crucificado
por los pecados de la humanidad y resucitado de la muerte, Él despojó al
enemigo de todo lo que nos ha robado, de todo lo que se levanta en contra de
sus hijos/as. El Pronunció juicio contra las fuerzas espirituales del mal; Y
nos dio la victoria contra toda enfermedad, todo ataque, toda maldad.
Colosenses 2:15 “Y
despojó a los principados y a las autoridades y los exhibió públicamente,
triunfando sobre ellos en la cruz”.
1ª.Corintios 15:55-57 “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?
ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la
ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que
nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo”. --- La
victoria ya se nos ha sido dada; solo tenemos que creer y declarar con nuestra
boca, anular los decretos de maldiciones que han establecido contra nosotros, y
en el nombre de Jesucristo, somos libres del pecado y toda atadura.