HACIENDO LA VOLUNTAD DE DIOS
Cuando se encuentra a alguien que se pone de acuerdo en hacer
la perfecta voluntad de Dios. Es como unir el cielo con la tierra. El hacer la
voluntad de Dios; no es un sometimiento. Esto solo existe en la inmadurez, El
hacer su voluntad es un deleite.
Hacer la voluntad de Dios marca la diferencia
entre la madures espiritual a un niño que tiene que ser sometido por castigo o
leyes.
Salmo 40:8 “El
hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi
corazón.” Jesucristo, habiéndose ofrecido voluntariamente a ella, (a la
muerte) no le volvió después la espalda, ni se desanimó por lo que iba a
padecer, sino que la llevó a cabo gozoso y satisfecho. Cristo cumplió la
voluntad del Padre en la obra de la redención con gozo.
Lucas 22:39 “Padre,
si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”.
--- Seguir solo su voluntad, Apartándonos de todo lo que nos contamina y no
edifica. Dios oirá, respaldará y bendecirá a quienes se apartan del pecado y
hagan su Voluntad.
Romanos 12:2 “No
os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de
vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta” Todo aquel que hace la voluntad de Dios el Padre
permanece para siempre y la voluntad del Padre Celestial es nuestra
santificación, purificación, perfectos y dignos de Dios, que nos llamo a Su
Reino y Gloria eterna. Seremos intachables delante del Señor. Haciendo la
Voluntad de Dios obtendremos las promesas.
Hebreos 10:36 “porque
os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios,
obtengáis la promesa”. Pidamos al Señor que nos enseñe a esperar
confiadamente en El, tener la fe, paciencia, y sabiduría; para esperar y conocer el tiempo perfecto del
cumplimiento de sus promesas.