jueves, 19 de marzo de 2015

HACIENDO LA VOLUNTAD DE DIOS


HACIENDO LA VOLUNTAD DE DIOS

Cuando se encuentra a alguien que se pone de acuerdo en hacer la perfecta voluntad de Dios. Es como unir el cielo con la tierra. El hacer la voluntad de Dios; no es un sometimiento. Esto solo existe en la inmadurez, El hacer su voluntad es un deleite.

Hacer la voluntad de Dios marca la diferencia entre la madures espiritual a un niño que tiene que ser sometido por castigo o leyes.
Salmo 40:8 “El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.” Jesucristo, habiéndose ofrecido voluntariamente a ella, (a la muerte) no le volvió después la espalda, ni se desanimó por lo que iba a padecer, sino que la llevó a cabo gozoso y satisfecho. Cristo cumplió la voluntad del Padre en la obra de la redención con gozo.
Lucas 22:39 “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. --- Seguir solo su voluntad, Apartándonos de todo lo que nos contamina y no edifica. Dios oirá, respaldará y bendecirá a quienes se apartan del pecado y hagan su Voluntad.
Romanos 12:2 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” Todo aquel que hace la voluntad de Dios el Padre permanece para siempre y la voluntad del Padre Celestial es nuestra santificación, purificación, perfectos y dignos de Dios, que nos llamo a Su Reino y Gloria eterna. Seremos intachables delante del Señor. Haciendo la Voluntad de Dios obtendremos las promesas.
Hebreos 10:36 “porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa”. Pidamos al Señor que nos enseñe a esperar confiadamente en El, tener la fe, paciencia, y sabiduría;  para esperar y conocer el tiempo perfecto del cumplimiento de sus promesas.