martes, 15 de noviembre de 2011

¿ERES UNA PERSONA SEGURA DE LO QUE POSEES?, martes, 15 de noviembre de 2011.

Para ser una persona segura de lo que tienes o posees; es necesario hablar sobre los celos. La palabra griega "celos" viene de una raíz que significa "estar caliente, entrar en ebullición"; la palabra hebrea "Quin-ah", cuya raíz designa el rojo que sale al rostro de un hombre o de una mujer. Esta emoción, es semejante a la ira. Puede provenir de diversos sentimientos, desde el amor desinteresado hasta la sórdida envidia, odios, furor, turbación, vehemencia, suicidio, y asesinato. Son obra de la carne, de nuestra naturaleza pecaminosa y nuestra emoción egoísta descontrolada. Los celos son una manifestación de inmadurez, inseguridad, e insatisfechos con lo que Dios nos ha dado. Santiago 3:14-15 “Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis ni mintáis contra la verdad, porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.”. Proverbios 6:34 "Porque los celos son el furor del hombre, Y no perdonará en el día de la venganza". Definitivamente ninguno de nosotros somos exento de los celos. Es necesario reconocer que además de ser obra de la carne, también es un espíritu que nos roba la paz, el gozo y el sueño. Números 5:14 “y un espíritu de celo viene sobre él y tiene celos de su mujer, habiéndose ella contaminado, o si viene un espíritu de celos sobre él y tiene celos de su mujer, no habiéndose ella contaminado”. En momento determinado los celos se apoderan de nuestras acciones o de nuestras palabras; son una emoción que causa frustración viendo como otros son bendecidos, y prosperados; la persona celosa es envidiosa y desea poseer a toda costa lo que la otra persona tiene. Envidia que otra persona disfrute de algo que uno quería para sí. Y Miedo a que otra persona pueda ser preferida a uno. Esto es producidos por una actitud de sospecha permanente hacia el cónyuge, el novio(a), amigo(a), hermano(a). Se le conoce como el vicio de la “posesión”. En el ámbito sentimental, es la desconfianza y sospecha permanentes en el otro, y perjudica gravemente, la relación con la persona amada al borde de un rompimiento, divorcio, y hasta lo extremo un suicidio o asesinato. La Biblia nos dice: Hebreos 13:5 “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contento con lo que tenéis ahora; porque el dijo: No te desamparare, ni te dejare”. Es necesario hacernos más como Jesús y menos como nosotros mismos. Esto lo lograremos, estableciendo una relación personal con Dios. El celo de Dios, es diferente ya que este nos conduce a la santidad. 2 Cor.11:2 "Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo". Éxodo 34:14 "Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es". Jamás compares el celo carnal con el celo de Dios; ya que el celo de Dios viene de Su Naturaleza Santa; el nos anhela y desea con celo santo. Y quiere llenar nuestras vidas de Su santidad, para ser persona con madurez espiritual, segura de si misma, y de lo que tienes o posees, llena de gozo, paz, y armonía.