martes, 31 de marzo de 2015

¿CONTRA QUE ESTAS GUERREANDO?


ENFRENTANDO A LOS ENEMIGOS

Estos enemigos acérrimos no duermen, siempre están acechando para hacer daño, por lo que tenemos que estar despiertos y firmes en la fe en Jesucristo, estos enemigos su fin es destruirnos, están dentro y fuera de ti, no les tengas temor, no huyas, es necesario que los enfrentes y destruyas.

¿CONTRA QUE ESTAS GUERREANDO?
Los médicos aconsejan que para combatir contra las enfermedad es necesario guerrear contra la mala alimentación, contra toda bacteria, virus, e infecciones. Tener una dieta balanceada, no auto medicarse, tener actividad física (Ejercicios, caminatas). Muchas veces nos enfermamos por ingerir alimentos y sustancias que no son de beneficio (Comida chatarra, alcohol, cigarrillos, drogas, etc.). Si quieres ser saludable comienza a guerrear con tu propio yo, así vas a combatir y destruir toda enfermedad. Nuestro cuerpo no nos pertenece, somos templo de Dios.
1ª. Corintios 3:16 “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”. --- Somos templo del espíritu santo debido al sacrificio de Jesucristo, Y por ese sacrificio Dios nos dio un nuevo nombre, ser llamados hijo/a de Dios, por eso mismo ese templo hay que cuidarlo y guardarlo bien; Porque es propiedad de Dios.
A veces tenemos que luchar contra nuestra alma. Donde están alojadas la desilusión, el desánimo, la persecución, la soledad, la tristeza, la desesperación, la ira, la calumnia, la traición, la depresión, el deseo de morir, el odio, rencor, falta de perdón, la amargura… Es contra todas estas emociones negativas y dañinas que tenemos que guerrear y eliminarlas porque ellas contaminan y nos estancan de los propósitos de Dios. En medio de ese caos y esa guerra, necesitamos la confesión a Dios, porque estos son pecados que están internos en nuestro yo, solo Dios y el enemigo de nuestra alma (Satanás) los conoce y esos abren puertas de maldición y propiedad para que nos ataque. Como hijos/as de Dios, sabemos que tenemos que seguir adelante con el Espíritu Santo que es nuestra guía y ayuda, para combatirlas, destruirlas y darnos la victoria.
Elías profeta de Dios, era un hombre con los mismos deseos y pasiones que todos tenemos.
1º.Reyes 19:3-4Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres”. --- No se justifica la oración  de Elías pidiendo muerte. Es un asunto que debemos dejar a Dios. Ni podemos destruir nuestras vidas ni pedir a Dios que lo haga. Sabemos que este mundo esta lleno de odio, violencia, maldad y todo tipo de pecado. Cuando Jesús fue crucificado por los pecados de la humanidad y resucitado de la muerte, Él despojó al enemigo de todo lo que nos ha robado, de todo lo que se levanta en contra de sus hijos/as. El Pronunció juicio contra las fuerzas espirituales del mal; Y nos dio la victoria contra toda enfermedad, todo ataque, toda maldad.

Colosenses 2:15 “Y despojó a los principados y a las autoridades y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”.
1ª.Corintios 15:55-57 “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.  Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo”. --- La victoria ya se nos ha sido dada; solo tenemos que creer y declarar con nuestra boca, anular los decretos de maldiciones que han establecido contra nosotros, y en el nombre de Jesucristo, somos libres del pecado y toda atadura.