QUIERES BENEFICIOS, SIN COMPROMISO
Dios es todopoderoso, para abrir las puertas de
la cárcel, las ventanas de los cielos, y romper las cadenas que te aprisionan,
para darte bendición y seas libre para adorar y servir al Dios vivo. ¿Quieres
obtener la bendición de Dios?, entonces, comienza a obedecer y realizar lo que
la palabra te indica.
Deut. 11:26-27. “He aquí yo pongo delante de ti la
bendición, si oyeres los mandamientos de tu Dios, que te prescribo hoy”.
--- Hacer la voluntad de Dios es obedecer a sus mandatos a pesar de que las
circunstancias sean difíciles y a veces imposibles. Si nuestros ojos están
puestos en los recursos que tenemos, no podremos afrontar la situación; es allí
cuando tenemos que accionar nuestra fe. Es decir ver más allá, de lo que
nuestros ojos naturales ven.
Salmo 145: 14-15 “Sostiene
Jehová a todos los que caen, Y levanta a todos los oprimidos. Los ojos de todos
esperan en ti, Y tú les das su comida a su tiempo”. --- Es creer al
Poder de Su Palabra. Algunos de nuestros malos hábitos hacen retener la
bendición: El temperamento, el no abandonar el pecado; esto se debe acabar.
Debemos aprender a creer en la bendición de Dios, a confiar en ella y a
eliminar las barreras que nos impidan recibirla. Muchas veces queremos recibir
beneficios de parte de Dios; sin adquirir compromisos. Tenemos que ser justos,
y practicar justicia en nuestra vida y El nos bendecirá.
Prov.12:28 “En el
camino de la justicia está la vida; y en sus caminos no hay muerte” ---
Si quieres ser bendecido(a), tienes que obedecer a Dios en todo lo que él te
pide que hagas. Dios quiere bendecirte y que seas bendición a otros, pero
tienes que obedecerle, y pagar un precio (Santidad).
2ª. Timoteo 3:16. “Toda
la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia”. --- Cuando nos presentamos santos
delante de Dios, tenemos la bendición del Señor, todo marchará bien y sin
dificultades. El Señor desea llevarnos, donde Su bendición ocupe el primer
lugar. Reconocer que nuestra bendición es Jesucristo. Cuando el Señor nos lleva
hasta allí, podemos seguir adelante; Y ser merecedores de Sus Promesas.
Apoc. 2:10 “Se
fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida”.